Naturaleza y Rutas

Mina de plata de Horcajuelo de la Sierra

La Mina San Francisco, como así se llamaban a las minas de plata de Horcajuelo, empezó a ser explotada a mediados del siglo XIX. La mina estuvo activa desde 1840 hasta las ultimas décadas de ese mismo siglo, teniendo un periodo de apogeo desde 1856 a 1860. Situada a 1500 m de altitud sobre la ladera del cerro de la Porrilla, sus voluminosas escombreras son visibles desde el valle. En el diario minero “La Antorcha” (1857), se escribió que “la mina San Francisco ha cortado un filón conteniendo plata agria, plata roja oscura y cloruros de plata, presentándose también plata nativa».

Comenzamos nuestra caminata en Horcajuelo, dirigiéndonos por la calle principal hacia el Norte. Antes de llegar al campo de futbol, tomamos el camino que sale a nuestra derecha. A la izquierda del camino y mientras ascendemos suavemente bajo la sombra de fresnos y robles, podemos ver zonas de huertas. Pasada una cancela, entramos en una zona más despejada y caminamos junto a un muro de piedra seca, hasta llegar a un cruce, donde podemos ver una flecha indicadora. El camino al que nos incorporamos sube bruscamente, hasta llegar a una zona en la que se asoman grandes esquistos donde se suaviza la ascensión. Un poco mas adelante, el camino gira hacia la ladera, la cual vamos bordeando hasta llegar a la mina.

En la zona se puede todavía contemplar la bocamina, excavada en roca en el filón principal. Dado que no está garantizada la seguridad dentro de las minas, no se debe entrar en las mismas. En los alrededores de la bocamina encontraremos antiguas edificaciones de piedra que servían de almacén, así como un pozo inundado y las escombreras. En el pozo maestro de Horcajuelo, a pesar de lo primitivo de las herramientas se llegaron a alcanzar 60 m de profundidad.

La vuelta la realizamos dirigiéndonos de frente a la bocamina siguiendo un senderos que desciende hasta la loma, atravesamos el arroyo grande y volvemos a encontrarnos con el camino de subida, al cual nos incorporamos para volver a Horcajuelo.Se caracteriza por diferentes ecosistemas en función de la topografía y del uso histórico que se le ha dado a la tierra. Parcelas de huertos y prados de pasto se entremezclan con zonas de bosque donde la especie predominante es el roble. Otras especies forestales como el fresno, el aliso, los álamos y los ciruelos silvestres forman pequeñas manchas de vegetación o bosques de ribera a lo largo de los cauces de los arroyos Garita y Grande allí donde las condiciones de humedad y suelo son más favorables. En las zonas altas la masa forestal casi ha desaparecido dejando paso a diferentes arbustos: retamas, jaras y enebros en las zonas mas altas y, a especies aromáticas como la lavanda, el tomillo, o el cantueso.

El paisaje de Horcajuelo de la Sierra

Se caracteriza por diferentes ecosistemas en función de la topografía y del uso histórico que se le ha dado a la tierra. Parcelas de huertos y prados de pasto se entremezclan con zonas de bosque donde la especie predominante es el roble. Otras especies forestales como el fresno, el aliso, los álamos y los ciruelos silvestres forman pequeñas manchas de vegetación o bosques de ribera a lo largo de los cauces de los arroyos Garita y Grande allí donde las condiciones de humedad y suelo son más favorables. En las zonas altas la masa forestal casi ha desaparecido dejando paso a diferentes arbustos: retamas, jaras y enebros en las zonas mas altas y, a especies aromáticas como la lavanda, el tomillo, o el cantueso.

Nuestras sendas

Están pensadas para disfrutar de un entorno único sin necesidad de tener una gran forma física. Son rutas que se pueden hacer en cualquier momento del año. Cada estación tiene su peculiar encanto si bien el otoño y la primavera son las estaciones más recomendables por la riqueza cromática que adquieren nuestros paisajes. Es también en estas estaciones cuando es más fácil ver la fauna ya que su nivel de actividad se incrementa.

En cualquiera de nuestros paseos

Podremos observar el vuelo de los buitres leonados desplazándose en grandes bandos, al águila real en su permanente búsqueda de pequeños mamíferos o al águila calzada, la más pequeña de nuestras águilas que emigra en los meses fríos al continente africano. Si escogemos dar una vuelta nocturna, con suerte podremos ver de forma fugaz al búho real trasladándose entre sus atalayas de caza.

Los reptiles y anfibios

Viven en los cauces de los arroyos, junto a las lindes de las cercas de piedra que les ofrecen protección, en charcas y praderas y, en el casco urbano. El lagarto ocelado, el mayor de la Península Ibérica (muy fácil de identificar por los ocelos azules del cuello), diferentes especies de ranas y sapos como la ranita de San Antonio o el sapo común se pueden ver y oír en todo el municipio.

En las horas del crepúsculo

Y amanecer es cuando aumentan nuestras posibilidades de ver mamíferos: zorros, jabalíes, tejones, corzos y multitud de pequeños roedores habitan y se desplazan por todo el territorio en busca de alimento.